Para quienes no conocen la Historia de ATC, es bueno que sepan las raíces del actual equipo, sólo sabiendo “De donde venimos” entenderemos “A donde Vamos”.
El Actual equipo nace de una Fusión de Adrogué y ATC, antes rivales, hoy unidos, cada uno de ellos con sus pergaminos, Adrogué campeón de la Serie B 1998, con glorias del pasado como Hernán "Boqui" Busto, Juan Nogueira, Diego Tomasini y el Inolvidable Marcelo “ Lele” Redlich , creador de la “Tijera”. Con la base de experiencia antes nombrada y el empuje de las inferiores se logró el tan ansiado Campeonato Seria A 2003, invicto y logrando un agónico empate frente a su clásico Rival Círculo A por 2 a 2 luego de ir perdiendo 0-2, hasta el día de hoy esta en discusión de quién fue el gol del empate, Roberto Berro o Fede Spinosa?, Gareca ó Pasarella?....ya eso es anecdótico.
Atc , Campeón Serie B 2004, disputando la Final con Garbin, cuentan las leyendas que las lágrimas de sus rivales son hoy el sistema de riego del complejo deportivo.
Esta Unión, se pactó en un Asado al que asistieron los dos planteles en su totalidad y luego de idas y vueltas se llegó al acuerdo de ser un mismo equipo, se consideró el nombre que tendrían, se barajaron nombres como “ Esportivo Gustavo” y muchos más que no llegaron a ser más que potenciales.
Luego sellada la unión, se puso en juego el nombre en un partido donde ATC se jugaba la posibilidad de Descender (promoción vs Fundición Pinto), si esto era así el nombre sería Adrogué y si se mantenía la categoría ATC conserbaba su nombre, ya que además esa era la base con mayor cantidad de jugadores.
En esa Final por el descenso ATC mostró espíritu y dientes apretados, era quizás más importante conservar las raíces que cualquier otra cosa y no fue fácil que les hieran el orgullo (ganó ATC el partido 2 a 1).
Este grupo hoy, ya está identificado con el buen fútbol de ATC y la garra de Adrogué, para todos los técnicos que pasaron y los actuales la misión es que los Ex Adrogué jueguen buen fútbol y los ex ATC se contagien de esta Garra bien entendida, de no dar pelota por perdida, que un buen caño sea igualmente festejado como una buena pelota recuperada, que al terminar cada partido no haya un solo integrante del plantel limpio, que todos raspen, que todos jueguen y que todos ganen, solo así con esta visión es posible alzar la Copa.